jueves, 28 de noviembre de 2013

INSTITUTO BÍBLICO PENTECOSTAL. EN SANTA ANA



EL AVIVAMIENTO LLEGA A LA CIUDAD DE SANTA ANA
                Las bases misioneras en las cuales se había construido el proyecto eran auto sostén financiero, auto propagación- evangelismo-; auto gobierno- gobierno eclesiástico. Luego la construcción de infraestructura no era una prioridad; sin embargo había necesidad de albergar la oficina central e instalaciones para el instituto bíblico era una necesidad. Al principio Dios proveyó de diferentes formas sin ayuda extranjera.
Antes de nuestra llegada a El Salvador los hermanos se habían estado reuniendo para alabar a Dios e instruirse en la Biblia en chozas de paja, alquilaban locales, En  el Cerro Verde, era un granero bodega donde se reunían, en Armenia – El Guayabo, Buenas Nuevas- . También se reunían en las casas de los hermanos. En Santa Ana hermano Arbizú rento un local para la primera iglesia que se habría allí. Era su taller de zapatería.
Al principio de nuestra llegada tratamos de  no ser indiferentes con las necesidades de los nacionales; pero a penas alcanzábamos a cubrir nuestras necesidades con nuestras necesidades, era muy poco lo  que podíamos compartir; mucho menos dar para construcción de templos o solares. Los fondos financieros eran escasos pues era la gran depresión económica en Los Estados Unidos. La alegría del pentecostés era abundante; pero los fondos eran necesarios para  expandir la obra de Dios en El Salvador. Joya y yo cuidábamos los “pesos” después de cambiar el cheque en el banco para que abundaran todo un mes. Apartábamos los diezmos, renta, correo, sirvienta y canasta básica. No éramos pastores de una iglesia sino tratábamos de abrir las que están a nuestro alcance. Esto nos hacía gastar más que tomábamos de la canasta básica y los hermanos que oportunamente proporcionaban ayuda adicional. Muchas veces tomé dinero prestado de los hermanos nacionales para cubrir los gastos.

INSTITUTO BÍBLICO Betel, SANTA ANA
Después de 7 años de haber llegado  a América procedente de mi patria natal  Inglaterra – Dos en California,  Uno en  México y 4 en El Salvador- era tiempo de un   permiso. En Junio de 1934 regresé a California. Este permiso comenzó visitando amigos e iglesias en Springfield, Missouri. Volviendo a California visité cada iglesia que nos sostenía en el norte de California y el  distrito de Nevada. El proyecto “Busy Bee Plan” – Plan de la Abeja Ocupada-. También el programa Buddy Barrel y Boys and Girls Missionary Crusade (BGMC) que sostenía misioneros alrededor de La Tierra. El Señor nos dio dos preciosos hijos: Byron y Roger. Ahora teníamos 4 con  Owen y David.
Otra gran bendición que Dios proveyó los fondos para la  construcción del Instituto Bíblico Betel en Santa por medio de la hermana  Cherry de Medford – Oregon-. Hermana Cherry nos invitó a cenara a su casa para compartirnos lo que Dios había puesto en su corazón. Había propuesto ayudar primero con $ 100, luego cambio a $200, luego 300 y último $ 1000 para la construcción del Instituto.  Hasta entonces estuvo tranquilo su corazón y pudo dormir. Como nos llenó de gozo esta noticia en los años 31 y 34. El Instituto había sido itinerante de lugar en lugar: Cerro Verde, Quezaltepeque, ahora Dios proveía para tener un lugar perenne para albergar a los siervos de Dios que se preparan para servir a Dios y para otras necesidades.
De regreso a El Salvador en la próxima reunión de líderes les di la noticia. Les dije que hermana Cherry había donado generosamente  y que había que invertir sabiamente este dinero y que además que la iglesia nacional debía recoger otra cantidad igual o mayor para llevar adelante el proyecto de construcción del Instituto Bíblico e iglesia central – Betel- en Santa Ana. Se recogieron $ 650. 00 equivalentes a 1500 colones salvadoreños en efectivo y promesas, cuando presenté el proyecto. Fue algo grandioso y motivador ver como la gente pobre aportaba con gozo su “granito de arena” para la construcción del Tabernáculo. Esta cantidad con la ayuda de Dios se multiplicó. Me tomó un tiempo buscar un terreno amplio y céntrico en la ciudad de Santa Ana. En 1937 concluimos la construcción del Templo Betel e instalaciones del primer instituto y lo inauguramos. El Departamento de misiones bajo la dirección de Noel Perkins enviaba mensualmente su aporte para el proyecto. Las clases comenzaron ese mismo año. Estas instalaciones contribuyeron notablemente al desarrollo de la iglesia en Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Los obreros venían años con año, durante cuatro meses hasta graduar. Poco a poco las repúblicas centroamericanas abrieron sus propios institutos bajo la colaboración de misioneros y nacionales.
De este humilde y sencillo comienzo del IBAD, progresó año con año. Bajo la dirección de David Stewart se construyó el nuevo instituto en San Salvador con un cupo de 120 alumnos internos.
Regresando a El Salvador con Lois Cooper en 1978, inauguramos el instituto bíblico nocturno con 60alumnos – Kike Barillas colaboró impartiendo clases-
EL CONGO, SANTA ANA
El Congo, municipio de Santa Na, fue fundada como aldea a fines del siglo XIX estando en jurisdicción del municipio de Coatepeque. El 20 de marzo de 1933 se le dio el título de pueblo y se erigió el municipio. El 15 de agosto de 1955 se le dio el título de villa. A 45 kilómetros de San Salvador
En una choza grande de paja adoraban a Dios los hermanos en El Congo, en un lugar fuera de la ciudad. Ellos tomaron un lote de terreno en un lugar céntrico para templo. El proyecto nació en el corazón de los hermanos, me lo hicieron saber y logré una ayuda para que la fachada fuera de  adobe con dos ventanas enfrente. El templo quedó en la calle principal donde pasan los vehículos que van al bello Lago de Ilopango. El templo de teja y madera.















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