EL AVIVAMIENTO LLEGA A
LA CIUDAD DE SANTA ANA
Las
bases misioneras en las cuales se había construido el proyecto eran auto sostén
financiero, auto propagación- evangelismo-; auto gobierno- gobierno
eclesiástico. Luego la construcción de infraestructura no era una prioridad;
sin embargo había necesidad de albergar la oficina central e instalaciones para
el instituto bíblico era una necesidad. Al principio Dios proveyó de diferentes
formas sin ayuda extranjera.
Antes de nuestra llegada a El Salvador los hermanos se
habían estado reuniendo para alabar a Dios e instruirse en la Biblia en chozas
de paja, alquilaban locales, En el Cerro
Verde, era un granero bodega donde se reunían, en Armenia – El Guayabo, Buenas
Nuevas- . También se reunían en las casas de los hermanos. En Santa Ana hermano
Arbizú rento un local para la primera iglesia que se habría allí. Era su taller
de zapatería.
Al principio de nuestra llegada tratamos de no ser indiferentes con las necesidades de
los nacionales; pero a penas alcanzábamos a cubrir nuestras necesidades con
nuestras necesidades, era muy poco lo
que podíamos compartir; mucho menos dar para construcción de templos o
solares. Los fondos financieros eran escasos pues era la gran depresión económica
en Los Estados Unidos. La alegría del pentecostés era abundante; pero los
fondos eran necesarios para expandir la
obra de Dios en El Salvador. Joya y yo cuidábamos los “pesos” después de
cambiar el cheque en el banco para que abundaran todo un mes. Apartábamos los
diezmos, renta, correo, sirvienta y canasta básica. No éramos pastores de una
iglesia sino tratábamos de abrir las que están a nuestro alcance. Esto nos
hacía gastar más que tomábamos de la canasta básica y los hermanos que
oportunamente proporcionaban ayuda adicional. Muchas veces tomé dinero prestado
de los hermanos nacionales para cubrir los gastos.
INSTITUTO BÍBLICO Betel, SANTA ANA
Después de 7 años de haber llegado a América procedente de mi patria natal Inglaterra – Dos en California, Uno en
México y 4 en El Salvador- era tiempo de un permiso. En Junio de 1934 regresé a
California. Este permiso comenzó visitando amigos e iglesias en Springfield,
Missouri. Volviendo a California visité cada iglesia que nos sostenía en el
norte de California y el distrito de
Nevada. El proyecto “Busy Bee Plan” – Plan de la Abeja Ocupada-. También el
programa Buddy Barrel y Boys and Girls Missionary Crusade (BGMC) que sostenía
misioneros alrededor de La Tierra. El Señor nos dio dos preciosos hijos: Byron
y Roger. Ahora teníamos 4 con Owen y
David.
Otra gran bendición que Dios proveyó los fondos para la construcción del Instituto Bíblico Betel en
Santa por medio de la hermana Cherry de
Medford – Oregon-. Hermana Cherry nos invitó a cenara a su casa para
compartirnos lo que Dios había puesto en su corazón. Había propuesto ayudar
primero con $ 100, luego cambio a $200, luego 300 y último $ 1000 para la
construcción del Instituto. Hasta
entonces estuvo tranquilo su corazón y pudo dormir. Como nos llenó de gozo esta
noticia en los años 31 y 34. El Instituto había sido itinerante de lugar en
lugar: Cerro Verde, Quezaltepeque, ahora Dios proveía para tener un lugar
perenne para albergar a los siervos de Dios que se preparan para servir a Dios
y para otras necesidades.
De regreso a El Salvador en la próxima reunión de líderes
les di la noticia. Les dije que hermana Cherry había donado generosamente y que había que invertir sabiamente este
dinero y que además que la iglesia nacional debía recoger otra cantidad igual o
mayor para llevar adelante el proyecto de construcción del Instituto Bíblico e
iglesia central – Betel- en Santa Ana. Se recogieron $ 650. 00 equivalentes a
1500 colones salvadoreños en efectivo y promesas, cuando presenté el proyecto.
Fue algo grandioso y motivador ver como la gente pobre aportaba con gozo su
“granito de arena” para la construcción del Tabernáculo. Esta cantidad con la
ayuda de Dios se multiplicó. Me tomó un tiempo buscar un terreno amplio y
céntrico en la ciudad de Santa Ana. En 1937 concluimos la construcción del
Templo Betel e instalaciones del primer instituto y lo inauguramos. El
Departamento de misiones bajo la dirección de Noel Perkins enviaba mensualmente
su aporte para el proyecto. Las clases comenzaron ese mismo año. Estas
instalaciones contribuyeron notablemente al desarrollo de la iglesia en
Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Los obreros venían años con año,
durante cuatro meses hasta graduar. Poco a poco las repúblicas centroamericanas
abrieron sus propios institutos bajo la colaboración de misioneros y
nacionales.
De este humilde y sencillo comienzo del IBAD, progresó año
con año. Bajo la dirección de David Stewart se construyó el nuevo instituto en
San Salvador con un cupo de 120 alumnos internos.
Regresando a El Salvador con Lois Cooper en 1978,
inauguramos el instituto bíblico nocturno con 60alumnos – Kike Barillas
colaboró impartiendo clases-
EL CONGO, SANTA ANA
El Congo, municipio de Santa Na, fue
fundada como aldea a fines del siglo XIX estando en jurisdicción
del municipio de Coatepeque. El 20 de marzo de 1933 se le dio el título de pueblo y se erigió el municipio. El 15 de agosto de 1955 se le dio el título de villa. A 45 kilómetros de San Salvador
En una choza grande de paja adoraban a Dios los hermanos en
El Congo, en un lugar fuera de la ciudad. Ellos tomaron un lote de terreno en
un lugar céntrico para templo. El proyecto nació en el corazón de los hermanos,
me lo hicieron saber y logré una ayuda para que la fachada fuera de adobe con dos ventanas enfrente. El templo
quedó en la calle principal donde pasan los vehículos que van al bello Lago de
Ilopango. El templo de teja y madera.
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